Hemos estado buscando por todos los rinconcitos de Internet una solución para mantener a nuestros libros tan queridos en buenas condiciones, y felizmente la hemos encontrado, cosa que nos ha dado una gran alegría.

Por esta razón hemos querido compartir con nuestros lectores este tipo de información:

Para limpiar las cubiertas de papel de nuestros libros y sus páginas interiores debemos proceder a pasarles una franela seca por las mismas.

Las cubiertas brillantes de los libros se pueden limpiar con un limpiador de ventanas, aplicando éste primero sobre una franela, y pasándolo luego sobre el libro. Esto evitará el contacto directo del líquido sobre el libro.

Cuando los libros han estado guardados por mucho tiempo, y no han sido usados con frecuencia o también puede ser que se encontraran en un lugar con humedad, lo primero que van a necesitar es secars completamente.Para secarlos se podrá utilizar cloruro de calcio que se puede adquirir en ferreterías. Se hornea una taza del polvo citado por una hora, y luego se coloca en un recipiente cerrado, colocándolo en un lugar estratégico junto  a los libros que están húmedos. Al cabo de unos días esta humedad desaparece al ser absorbida por el polvo

Cuando tenemos una página del libro manchada de grasa, colocaremos una hoja de papel toalla sobre la página manchada, cerraremos el libro y encima pondremos un objeto que sea pesado. Así la mancha será absorbida por el papel.

Es importante limpiar los libros cada  tanto para evitar que nos ocasionen mas trabajo para mantenerlos en buen estado, y de esta forma alargar su vida que tantos beneficios nos da.

El amor a los libros se manifiesta claramente en su conservación y su estado. Ellos nos proporcionan el inmenso placer de enseñarnos, de entretenernos, y de ofrecernos sus servicios en lo que sea necesario. Cuidémoslos entonces pagando así con muy poco sacrificio todo lo que nos regalan a lo largo de nuestra vida.

Fuente: Litterascripta.com