El verano es esa hermosa época del año en la que las barbacoas muestran todo su esplendor, reuniendo a viejos amigos, uniendo a miembros de la familia que no se ven en un tiempo o simplemente fortaleciendo las relaciones con tu familia.
Por eso hoy te enseñaremos lo que debes tener presente para que tu barbacoa sea la ideal y no cometas los errores que suelen cometer muchos cuando no tienen la experiencia necesaria.
Primero que todo es la Planificación, debes tener presente cuantas personas planean ir a tu barbacoa y seleccionar la cantidad ideal de comida para ellos ya que no queremos desperdiciar comida o que nos falte para alguno que otro glotón. De la misma forma el carbón que utilizaremos debe alcanzarnos para la duración de la barbacoa.
Te recomendamos unos 250 gramos de comida para las entradas, en las que se encuentran los choricitos, morcillas, pancetas, chistorras, etc. Y unos 300 gramos para las carnes magras saludables, como chuletas, alitas de pollo, solomillo, o cualquier otra carne de tu preferencia o de la de tus acompañantes. De igual forma recuerda comprar unas porciones extras por si de pronto llega algún invitado no esperado, para no dejar a nadie sin probar nuestra fabulosa barbacoa.
Lo segundo a tener en cuenta es el estado de nuestra parrilla, debes tener una barbacoa limpia antes de poner la carne, pero si no lo has hecho, con encenderla unos diez minutos bastara para que elimine los residuos de nuestra última barbacoa, y luego limpiarla con un poco de periódico será suficiente.
Lo tercero a tener en cuenta será el encendido, aunque este paso es bastante sencillo te recomendamos poner el carbón suficiente y encenderlo alrededor de una hora antes de la barbacoa para tener un fuego perfecto para empezar a cocinar, normalmente es cuando el carbón tiene ese alucinante color rojizo.
Finalmente viene la preparación, ya que logramos conseguir unas buenas brasas en el paso anterior, solo resta poner manos a la obra, recordando dejar cada alimento el tiempo suficiente para cada gusto, ya sea un poco crudo, un poco más dorado, o ese exquisito punto medio al que la mayoría les encanta.