El ser humano es creativo por naturaleza, y a lo largo de la historia lo ha demostrado innovando y desarrollando artes y actividades nuevas en campos en los que parecía que todo estaba inventado ya. Una de las actividades más prolíficas en este aspecto tiene que ver con el mundo de la decoración.
La llegada de materiales sintéticos resultó ser una revolución a la que parecía que no se podía superar. Sin embargo llegaron otros materiales que se fueron incorporando y se lograron combinar de tal manera que añadieron a estos algunos detalles naturales y rústicos que han supuesto una vuelta a los orígenes, con el uso de maderas, fibras naturales y flores secas. Todo depende en gran medida del gusto personal de cada uno, por lo que algunas veces encontramos composiciones que parecen no combinar correctamente pero que a la vez se aprecian por estar realizadas con una maestría ejemplar. Uno de estos detalles lo podemos encontrar en algo aparentemente tan simple como un centro de mesas. Cuando alguien oye hablar de estos centro se imagina flores rodeando quizás una vela, o una cesta de plantas en mitad de la mesa decorando un banquete, pero en la actualidad podemos encontrar fabulosas combinaciones de telas, metales, flores y otros materiales como la madera o la fibra de coco, con los que se fabrican centros que decoran y a la vez son ideales para una gran cantidad de estancias distintas independientemente de que estas sean más modernas o más rústicas.
Algunos de los elementos más hermosos que se pueden encontrar en los centros de mesa son las hojas secas y las piñas que en alguna ocasión seguro que todos nos hemos encontrado caminando por el campo o por algún bosque. Pues bien, hasta esos elementos pueden tener un aspecto futurista si se les da una capa de barniz plateado. Imaginación al poder.