La toalla de baño es una pieza que está fuertemente vinculada con el cuidado personal y el uso constante en el día a día. Por siempre estar al alcance, es común que el desgaste y vida útil sea corta. Sin embargo, la durabilidad del producto se puede ampliar si los errores se evitan antes, durante y después de su uso.
Un punto a destacar es que el sitio de almacenamiento de las toallas debe ser un lugar seco. Para facilitar la organización, lo ideal es que las toallas sean dobladas de la misma manera, para que ellas tengan el mismo tamaño y se pueden apilar sin el riesgo de colapso en el armario.
Pero el almacenamiento no es el único aspecto que requiere atención en la parte de la organización. Dejar la toalla mojada en la cama, por ejemplo, es algo que causa la proliferación de hongos y bacterias en el tejido.
Además, cuidados especialmente en el momento de lavar y secar las toallas son fundamentales para preservar el material. Los productos tales como los suavizantes de ropa y blanqueadores pueden dañar las fibras del tejido, así como el uso de plancha de vapor.
Lo que hay que evitar en el cuidado de la toalla de baño
- Utilizar suavizante
El uso de suavizante de ropas hace que las toallas pierdan su capacidad de absorción. Un consejo es reemplazar el producto con vinagre, ya que este no disminuye la capacidad de absorción de las fibras.
- Mezclar con otra ropa en el lavado
Lo ideal sería que las toallas se laven por separado. Las cremalleras, botones y objetos afilados pueden tirar los tejidos de la tela durante el lavado de la máquina, de ahí la importancia de no mezclarlos con ropas comunes. Además, al separar el color de las toallas elimina el riesgo de formación de manchas.
- Cuelgue en ganchos
Es común tener ganchos para colgar las toallas en el baño después de su uso. Sin embargo, estos accesorios dificultan el secado, que puede causar la proliferación de hongos y bacterias en el tejido.
- Almacenar antes de secar
Si el uso de ganchos puede causar la proliferación de hongos y bacterias, la costumbre de almacenar las toallas húmedas también tiene el mismo efecto. Nunca doble una toalla mientras esta húmeda. La misma regla se aplica cuando lo pones en la cesta de la ropa sucia.
- Secar en la secadora
El uso excesivo del secador termina por dañar las fibras del tejido. Lo correcto es dejar las toallas en el tendedero para secar y, preferiblemente, en la sombra, ya que el sol puede llegar a manchar y decolorar la toalla.
- Lavar con poca frecuencia
Las toallas se ensucian rápidamente. Para prevenir la suciedad o el mal olor, lo ideal es que sea lavada una o dos veces a la semana.
- Usar siempre la misma toalla
Utilizar una toalla, lavarla y volverla a usar hará que la pieza de desgaste más rápido. Intercambie sus toallas hará que sean utilizadas y lavadas con menos frecuencia. Por lo tanto, se incrementa la durabilidad de las piezas.
Siguiendo estos consejos y evitando estos errores es posible mantener sus toallas siempre bien limpias y bonitas, además de darles una vida mucho más larga.