Algo que no suele sobresalir en nuestras verdaderas amistades es la sinceridad, ya que en su afán de no hacernos daño y/o evitar confrontaciones con nosotros (sus amigos) bien podrían recurrir a la mentira, y no es reprochable, porque a buen seguro nosotros hacemos lo mismo con ellos.
Por eso, la sinceridad será más un atributo de un enemigo que de un amigo, ya que estos últimos no estarán buscando evitar confrontaciones y si el hacer daño de cualquier forma o manera.