En algunas compañías hay trabajos que requieren de un equipamiento especial, y según las leyes se debe garantizar la seguridad de los trabajadores ofreciéndoles todos los equipos que necesiten para protegerse individualmente, uno de ellos son los calzados de seguridad. Pero estos zapatos deben elegirse según los posibles riesgos que se pueden tener al realizar las actividades de trabajo.
¿Qué riesgos podemos correr sin un calzado de seguridad?
Algunos de los riesgos más comunes que se pueden sufrir si no se usa el tipo de calzado de seguridad correcto son:
Pinchazos o perforaciones al pisar objetos punzantes.
Calzado laboral accidente clavo.
Aplastamientos por maquinaria pesada.
Descargas eléctricas y electrostáticas.
Caídas de objetos pesados.
Caídas por deslizamientos.
Corte con sierras.
Quemaduras por derrame de metal fundido.
Quemaduras por derrame de sustancias corrosivas.
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Calzado de seguridad (SB)
Estos son los calzados más completos que cuentan con mayor nivel de protección del pie, tiene un tope de seguridad en la punta para proteger los dedos de los impactos pesados y de energía hasta de 200J.
Calzado de protección (PB)
Este es otro de los mejores calzados ya que también cuenta con una protección especial en la punta, aunque algo menor que el zapato de seguridad anterior. Es capaz de proteger en cuanto a energía hasta 200KJ y 10kN de compresión.
Calzado de trabajo (OB)
Este tipo de calzado de seguridad también es de uso profesional, pero es bastante básico, cuenta con una tela de cuero dura y resistente, pero no cuenta con un puntero de metal por lo que es inútil ante impactos de energía o de compresión.
Aunque estos tipos de zapatos tienen gran protección, las empresas según las labores que deba realizar el empleado está en la obligación de pedir zapatos especiales con algunos extras para mucha más protección del pie, como por ejemplo: Zona del talón cerrada, Propiedades antiestáticas, Absorción de la energía en la zona del talón, Protección frente a penetración y absorción de agua, entre otros.