Lamentablemente el tiempo deja sus huellas en los libros, pero seguro nos gusta guardar en los mismos la magia del tiempo pasado, porque cada una de esas encuadernaciones, cuando las miramos seguramente nos recuerda parte de nuestra vida.
- Si son libros antiguos o muy valiosos no se deben dejar en una habitación donde la temperatura pase de los 15 grados, ni cerca de la calefacción porque seguramente el calor los dañaría. Por otra parte si los libros se secan mucho a causa del calor, se arruinarán irremediablemente.
- No colocar los libros apretados entre si, porque pueden descolarse las encuadernaciones.
- Se deben colocar los libros de un mismo tamaño juntos para que así se apoyen unos con otros.
- Los libros más grandes se colocarán de forma horizontal, sin apilar muchos unos sobre otros para que así puedan soportar mejor su propio peso.
- Al proceder a limpiarlos, tener la precaución de tomar al libro manteniendo sus tapas bien apretadas para que el polvo no penetre entre las hojas. Si por el contrario ya entró polvo, se deberá abrir con cuidado y soplar suavemente hoja por hoja, o por el contrario, pasarle suavemente un pincel de cerdas finas
Con algunas de estas indicaciones que esperamos sean efectivas hemos tratado de ayudar a cuidar de esos amigos irreemplazables que son los libros, y poder verlos en nuestra biblioteca luciendo como nuevos.