Pintar suele ser una tarea del hogar que no a todos les atrae demasiado, puede ser un poco fastidioso, sucio y que te lleve mucho tiempo, además de invertir mucho dinero en pintura y materiales. Pero la verdad es que hay algunos métodos sencillos para pintar una pared muy fácil, rápido y sobre todo economizando mucho dinero.

Lo primero que debes hacer es usar la cinta de carrocero para proteger todo aquello que no se quiere pintar y que está empotrado en la pared, como apliques, rodapiés, molduras, entre otras. Algunas vienen con trozos de papel para proteger pero si compras la normal solo tienes que poner periódico o algún papel.

Si vas a pintar toda una habitación asegúrate de mover todos los muebles hacia el centro y si es un espacio reducido cúbrelos para evitar que se manchen. Con la fregona (mopa para limpiar el piso) vas a esparcir agua por todo el suelo, como si estuvieras limpiando pero que quede mucho más mojado. Esto evita que al salpicar la pintura se seque y sea difícil de quitar. De esta forma al terminar simplemente pasas la fregona nuevamente secando el piso.

Colocas el mango en el rodillo y lo mojamos en la pintura, y se pinta como si se estuviera fregando la pared, repartiendo la pintura uniformemente. Con la brocha se terminan los pequeños detalles. 

Se seca el piso fácilmente y al secar solo tienes que retirar la cinta y los papeles, ordenar los muebles y listo ya tienes una habitación recién pintada muy rápidamente y sobre todo muy limpia sin dañar nada de lo que allí se encuentra.

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