Muchas veces las paredes de nuestra casa comienzan a perder su color por roce o paso del tiempo, o se comienza a caer el revoque en partes, lo que nos hace pensar que en breve tendremos que recurrir a algún albañil de nuestra confianza para que nos haga las reparaciones necesarias, que por otra parte son mínimas en estos casos.
Por eso tenemos algunos consejos para dar y para que nosotros mismos en casa efectuemos estos simples arreglos. Seguro que con poco trabajo, y también poco material veremos con gusto cuando finalicemos nuestro trabajo que las paredes han quedado en óptimas condiciones.
Primero, y si es caída de revoque, debemos eliminar los trozos sueltos que puedan haber, ladrillos flojos, etc. Ensancharemos las grietas que veamos en la pared, de manera que al ser mas amplias puedan rellenarse completamente, logrando también que al ir colocando el material sobre la pared dañada, este quede fijo, y mucho mas seguro.
Con un pincel que previamente habremos humedecido en agua trataremos de quitar el polvo que ha quedado adherido a la pared, después de haber hecho más profundas las grietas. Si la pared fuera lisa la rasparemos con una espátula u otra herramienta adecuada, para asegurarnos de que el material que usaremos para la reparación se adhiera con fuerza y quede bien firme.
Después mojaremos la pared tantas veces como sea necesario para seguir manteniendo la humedad mientras trabajamos. Ahí, si ya podemos proceder a colocar cemento o igualmente puede ser yeso, y dejaremos descansar durante dos horas este material.
Recién entonces se puede comenzar a emparejar la superficie de la pared, utilizando para ello una regla de albañil, y cuando veamos que está completamente seco lo lijaremos.
Luego procederemos a pintar la parte reparada con el mismo material de origen y seguramente nos sentiremos orgullosos de nuestra nueva habilidad para lograr tener siempre a nueva nuestra casa.