La importancia del mantenimiento de las piscinas El correcto mantenimiento de una piscina, tanto interior como exterior, garantiza su perfecto funcionamiento durante la temporada de baño. A la hora de realizar el mantenimiento, no sólo hay que tener en cuenta la cristalinidad del agua y el saneamiento, también son importantes otros aspectos como la limpieza del entorno, la seguridad o la zona de máquinas. El mantenimiento de una piscina es sencillo si se siguen unos simples consejos sobre el cuidado del agua.
Principales claves para mantener limpia una piscina
Para llevar a cabo esta tarea se puede contratar a una empresa de limpieza y mantenimiento o hacerlo uno mismo. Lo más relevante a tener en cuenta es que una piscina debe estar en buenas condiciones durante todo el año y no sólo en la temporada de baño, por lo que es importante mantenerla siempre en buen estado.
Normalmente, para mantener la piscina limpia se utilizan productos químicos que ayudan a desinfectar y mantener el agua en condiciones óptimas. También hay que asegurar unos niveles adecuados de pH del agua, normalmente entre 7’2 y 7’6, para evitar la aparición de algas que puedan dañar las instalaciones. El cloro ayuda a mantener el agua limpia y transparente y evita los microorganismos perjudiciales para la salud. Los alguicidas evitan la aparición de plantas acuáticas antiestéticas, tanto en las piscinas privadas como en las de uso común.
La bolsa filtrante o depuradoras de piscina deben mantenerse siempre limpios, garantizando así la circulación de agua transparente. Las paredes y el fondo de la piscina se suelen limpiar con un limpia fondos que puede ser automático o manual.
Consejos para mantener el agua de la piscina en buen estado
Aunque no es el único, el punto central para el mantenimiento de una piscina es la limpieza del agua. Para mantener el agua limpia, hay que llevar a cabo los siguientes procedimientos:
- Control y regulación de los niveles de pH para evitar problemas en la piel, ojos y materiales en general.
- Desinfección del agua con cloro, oxígeno o magnesio para evitar la aparición de microorganismos.
- Detener el crecimiento de las algas cepillando las paredes de la piscina durante todo el año y manteniendo los niveles correctos de cloro y pH.
- •Mantener limpio el filtro donde queda atrapada la suciedad de la piscina con una correcta limpieza semanal.
Otros detalles importantes a tener en cuenta a la hora de montar una piscina
Si la piscina está vacía, es necesario eliminar los restos de suciedad o manchas de las paredes y el fondo con un cepillo y algún producto de limpieza que contenga ácido clorhídrico. Es imprescindible comprobar el estado del filtro para posteriormente llenar la piscina. Cuando esté completamente llena, es necesario realizar el análisis del pH y regularlo con el reductor de pH o aumentarlo, según sea necesario.
Cuando se haya cambiado el agua de la piscina, se debe considerar la limpieza del filtro para asegurar un buen mantenimiento. La cubierta debe estar limpia y se debe dejar secar antes de usarla. También es pertinente revisar el vaso y el sistema de iluminación, así como la escalera, la cama elástica y los demás accesorios de la piscina.
Hay que tener en cuenta que el tratamiento con cloro suele ser uno de los más eficaces y populares para la limpieza y el mantenimiento de las piscinas. Este producto químico es oxidante y ayuda a eliminar los restos orgánicos, por lo que se evapora en forma de gas. Es muy cómodo de usar, es relativamente barato y su rendimiento es bastante rápido. También se puede utilizar bromo y, aunque su coste es más elevado, oxígeno activo, una opción más respetuosa con el medio ambiente.
Si quiere que el agua de la piscina sea cristalina y no esté turbia, puede optar por utilizar floculante. Este producto une las partículas de suciedad y las deja caer al fondo para luego ser recogidas fácilmente con el limpia fondos.