Un decorador es la persona que diseña la apariencia física que debe tener una oficina, vivienda o comercio en su interior, para esto es fundamental que tenga criterios estéticos y funcionales que se acoplen a las necesidades y capacidad económica de su cliente.
Este se encarga de planificar el uso adecuado de los espacios interiores del establecimiento de su cliente y le presenta un proyecto que se acople a su presupuesto.
También determina la arquitectura y equipamiento a utilizar, esto depende de las funciones que tenga el lugar, aconseja sobre el tipo y estilo de muebles, objetos decorativos, color y estilo de la tapicería, la pintura de las paredes, el cielo falso, alfombras, piso de hule, y otros aspectos que requiera el establecimiento.
Los proyectos los presenta con bosquejos o ilustraciones que hagan ver a su cliente como se vería el lugar.
Cuando el cliente aprueba el proyecto, el decorador comienza a subcontratar a las personas o constructores que realizaran el trabajo, contrata tapiceros, carpinteros, pintores, albañiles, etc. También busca personalmente los elementos necesarios para echar a andar el proyecto, elije cortinas, pintura, piso de hule y todos aquellos pequeños detalles que no puede dejar en manos de los subcontratados.