Publicidad



Pastelería Tradicional en Madrid

 

Con establecimientos familiares con más de cien años de historia, nadie puede alardear de haber visitado o estado en Madrid sin haber probado su pastelería tradicional. Con espacios, recetas y técnicas artesanales heredadas de generación en generación, la pastelería tradicional en Madrid ha acompañado dulcemente la vida de propios y visitantes.

 

Las variedades de pasteles y dulces son un tema de sumo interés en Madrid, a tal punto que uno de sus célebres postres como las Coronas de la Almudena, fueron producto de un concurso abierto para la obtención de un postre representativo de Madrid y que al mismo tiempo sirviera de homenaje a la Almudena como patrona de la ciudad.

 

La Pastelería tradicional madrileña, está íntimamente ligada a fechas y celebraciones locales, bien sea de índole cultural o religioso. Todas ellas conforman hoy día un atractivo turístico y un patrimonio de interés que es divulgado ampliamente por toda España y en muchísimos otros países.

 

El roscón de Reyes, los barquillos, los churros, las torrijas y las rosquillas de San Isidro; son considerados los pasteles o postres más representativos de Madrid. Son evidencia de una ciudad humilde y de brazos abiertos para todos, y en la cual siempre hay algún dulce para compartir. Otros postres como los huesos de santo, los turrones y mazapanes han adornado dulcemente las mesas de Madrid y otras localidades desde hace muchísimos años.

pasteles-tradicionales

La Pastelería tradicional en Madrid es un asunto de historia familiar, con el afán de preservar su herencia culinaria, la mayoría conserva recetas centenarias que distinguen el sabor de sus productos y los hacen únicos. Las preparaciones dedicadas a enaltecer los nobles ingredientes, el respeto artesanal de los tiempos de elaboración y la certeza de un producto de calidad en su mesa, son sin duda la mejor tradición que comparten.

 

Entre las muchas pastelería de tradición que encontramos en Madrid podemos mencionar: La Mallorquina, El Riojano, La Antigua Pastelería del Pozo y Viena Capellanes; y otras de más reciente data como Villagarcía, La Duquesita, el Horno de San Onofre y Manolo.

 

Las mesas de Madrid se han visto azotadas por guerras y catástrofes, y sin duda; muchos de los platos y pasteles que la representan son productos de duros momentos; sin embargo, nunca ha faltado el ingenio que ha vuelto una tradición especial el arte de amasar y compartir la pastelería tradicional de Madrid con toda España y el Mundo.