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Reformas de baños más frecuentes y por qué contratar una empresa especializada

Mueble en color blanco

Entre las estancias de la casa más utilizadas, sin duda figura el cuarto de baño, convirtiéndose en uno de los espacios donde que más reformas suelen necesitar; sea por mantenimiento, remodelación o sencillamente para darle una apariencia totalmente distinta, el consejo antes de reformar un baño es siempre hacerlo de la mano de un profesional.

¿Cuáles son las reformas de baños más comunes?

Aunque la lista de reformas puede ser infinita, se enumeran esas que, por la cotidianidad de la demanda entre los profesionales del gremio, figuran entre las más frecuentes:

§  Cambiar el mobiliario:

Reformar el baño va más allá de cambios en instalaciones de fontanería y sanitarios, se trata más bien de un trabajo integral en el que se perdigue la estética; atendiendo a ello, el mobiliario se convierte en uno de los mejores aliados para darle un vuelco a la estancia.

Apostando por muebles más modernos y funcionales, no solo se ganara espacio sino que dispondrá una forma efectiva de mantener ordenados todos los elementos de aseo que demanda la estancia.

§  Reemplazo de bañera por plato de ducha: 

La razón por la que la demanda de esta reforma viene haciéndose cada vez más notoria se resume en dos aspectos: comodidad y seguridad; adicional a ser más cómodo y ahorrar espacio, el plato de ducha elimina las barreras de acceso que supone la bañara lo que hace más segura la estancia sobre todo, cuando hay niños, personas mayores o de movilidad reducida en casa.

§  Pintar en lugar de recubrir:

Alicatar un baño puede resultar bastante costoso, motivo por el que se recomienda pintar los azulejos en lugar de sustituirlo; pero la economía no es la única razón por la que se aconseja esta alternativa, del mismo modo reviste una solución más rápida, fácil y limpia, pues no habrá necesidad de lidiar con las complicaciones de picar la pared, retirar y volver a instalar.

Lo importante es cuidar que la pintura escogida sea específicamente diseñada para azulejos, de lo contrario, se compromete la duración; de resto, lo que queda es darle rienda suelta a la creatividad y crear composiciones personalizadas.

§  Instalación de mamparas de ducha:

Sea que se tenga bañera aun, o se haya apostado por el plato de ducha, las cortinas de baño quedaron en el pasado, sustituyéndose abrasadoramente por mamparas; la explicación de ello es simple, además de ser más higiénicas, le confieren a la estancia una mejor estética.

Por otro lado, apostar por modelos de cristal, se traduce a un look diáfano al aportar mayor luminosidad, lo que le va muy bien a cuartos de baño pequeños. Claro, esta es apenas de las muchas opciones disponibles, todo es cuestión de elegir el que mejor se adapte al entorno, aunque si de recomendación se trata, las mamparas con puertas abatibles suponen ventaja adicional en términos de facilidad para limpiar.

Razones para contratar a una empresa de reformas:

Indistintamente de lo grande o pequeña que sea la reforma requerida, la recomendación siempre será apoyarse en la experiencia de una empresa especializada en reformas, pues serán garantes del éxito del proyecto.

§  Garantía:

En ocasiones, contratar por cuenta propia carpinteros, albañiles, pintores e instaladores puede resultar una idea atractiva cuando la meta es economizar algo de dinero, no obstante, puede convertirse en un dolor de cabeza que bien podía evitarse contratando una empresa de reforma profesional

Lo barato ¡puede salir caro!

El porqué del argumento obedece a que estas empresas, ofrecen no solo asesoramiento, sino legalidad y garantía del trabajo a traces de la factura y su seguro de Responsabilidad Civil. ¿Qué quiere decir esto? simple, cuando se contrata a un particular, no existe aval que comprometa a dicho trabajador en el supuesto de que algo salga mal.

De igual manera, la empresa brinda protección frente a daños eventuales en la propia propiedad durante la ejecución del trabajo, así como en vivienda de vecinos, lo que saldría del bolsillo al contratarse un particular, pues ningún seguro se hace cargo de accidentes caseros realizados de forma ilegal.

§  Economía:

A simple vista, es evidente que contratar profesionales particulares resulta más barato respecto a una empresa de reformas; sin embargo, esta última tiene a favor la posibilidad de acceder a subvenciones, además de estipular el gasto total en un contrato definitivo, evitándose así desagradables sorpresas.

La rapidez de entrega es otro punto a favor, de la contratación de empresas privadas, en el mismo contrato, queda reflejada la duración de la obra, encargándose además de la puesta en escena de los profesionales conforme se vayan necesitando sin alterar el plazo de entrega o el presupuesto.

§  Asesoramiento:

Contando con la ayuda de personal especializado se ahorrará tiempo, estas empresas brindan asesoría no solo para pulir el proyecto o idea que se tenga en mente, sino que colaboran en la selección de materiales y coordinación de los oficios que demande la obra, a fin de que el resultado esté listo para el plazo pactado.

§  Responsabilidad:

Otra de las ventajas más destacadas radica en que la empresa de reforma será la única responsable, lo que implica un  único lugar al que dirigirse en caso de dudas, comentarios, sugerencias o problemas, recibiendo la solución que no se tendría – en el supuesto de avería o mal funcionamiento – si la ejecución de la obra fuera responsabilidad de diferentes profesionales, donde lo común es que se terminen culpando unos a otros sin solventar la situación.

§  Experiencia:

Estas empresas ponen a disposición toda su experiencia y asesoramiento de la mano de profesionales con trayectoria comprobada, misma que les confiere la capacidad de aconsejar respecto a un sinfín de asuntos aclarando las ideas y ofreciendo planes ajustados a la realidad.

En resumidas cuentas, la decisión acertada cuando se quiere la ejecución de un trabajo sin contratiempos; de ahí que la invitación es a contratar aquella cuya trayectoria, prestigio y nivel de profesionalismo, le permita responder eficientemente ante cualquier eventualidad ahorrando no solo dinero, sino muchos dolores de cabeza.