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Trucos del albañilería

albaniles

Todo mundo pega bloques pero no todo el mundo es albañil, es uno de esos viejos refranes, respecto a la profesión del real constructor y responsable de múltiples reparaciones, aunque este refrán se utilice para comparar con otros oficios. El albañil en particular, es aquel que tiene por arte y oficio el uso de materiales como la arena, piedra y mezclas para construir edificaciones y por ello también tiene sus trucos.

En este trabajo cuenta no solo una formación y el conocimiento básico de los materiales y como se usan, también hay que seguir instrucciones, desarrollar proyectos en conjunto con los ingenieros civiles, seguir planos para construir lo que se necesita y además de esto, no puede dejarse por fuera el conocimiento empírico de ciertas técnicas que aprovechando las propiedades de cada material empleado, las condiciones de terreno y otros factores, el albañil utiliza para perfeccionar su trabajo. De esos “trucos” se hablará en este apartado, quizás la mayoría son del conocimiento común, pero es posible que haya algunos detalles que no se hayan visto o aprendido, cosas que la experiencia y sabiduría de estos artistas, ha ido creando como técnicas adicionales.

Pegar cerámica

reformas

Parece una tarea sencilla, pero se debe cuidar la forma en que se colocan las baldosas en el piso o en la pared a cubrir, la calidad de la mezcla y la posición en que se instalan las piezas.

La mezcla debe ser espesa, cremosa y no tan húmeda, por cada medida de pegamento, 2 medidas de agua y una de arenilla colada, se debe mezclar de modo que no se desprendan pedazos de la mezcla ni se formen pelotitas.

Para untar a la baldosa, se aplica con la parte dentada de la llana, extendiéndola hasta cubrir todo su revés, luego se aplica en la superficie a cubrir con la parte lisa y se extiende, esto creará un efecto similar al de los cierres mágicos de la ropa donde una superficie rugosa se adhiere a una lisa. Por último, unos suaves golpes con un partillo pequeño terminarán de fijar la baldosa.

Para el espacio entre una baldosa y otra, lo ideal es utilizar una barra delgada de plástico o madera que se pueda luego retirar sin que deje residuos, pero algo que ayuda mucho es colocar cartón humedecido como separador. Tanto en las líneas rectas como en las zonas donde se necesite hacer crucetas para mantener una distancia uniforme.

Cortesía de Ferretería Online